Caen del cielo gotas frías, húmedas aguas revoloteando a mi alrededor seco y sediento.
Robledo firme... estático... galante, sonrisas de rio serenas del niño que duerme en mis sabanas de seda...
Ese niño, fenómeno natural que devasta todo a su paso... es aquel torbellino que vive a mi vera...
Agua dulce, vital liquido que moja sutilmente aquella calzada por donde circulan los coches del barrio... ese sonido adormecedor, chispeante y feroz chocándose sobre las escarpadas rocas... sigiloso abismo de mis entrañas.
Recuerdan ávidamente el burbujear de las olas sobre mi piel mojada por tus caricias y palabras de hiel recién cortadas.
Autor: Andrea A.
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